Una toma de rehenes de dos directivos por parte de empleados del fabricante estadounidense de neumáticos Goodyear en Francia terminó hoy tras 29 horas, pero los representantes de los trabajadores anunciaron que ocuparán la planta en Amiens.
La protesta de los trabajadores se debe a los planes de Goodyear de cerrar la fábrica de Amiens-Nord, por lo que unas 1,200 personas perderían su empleo.
El cierre se decidió tras el fracaso de las negociaciones con los sindicatos sobre planes de saneamiento, que se prolongaron durante varios años, según los directivos de Goodyear.
El gerente de producción Michel Dheilly y el de Recursos Humanos Bernard Glesser fueron tomados como rehenes ayer en una sala de conferencias por empleados que demandaban un mejor pago a los trabajadores que acepten el retiro voluntario.
Una de las entradas a la sala fue bloqueada con un enorme neumático.
Los dos hombres disponían de agua y alimentos y estuvieron en contacto constante con sus familiares por teléfono móvil, dijo un portavoz del sindicato CGT.
Goodyear había criticado la protesta y dijo que no iba a negociar hasta que no sean liberados los gerentes.
En Francia esta práctica por parte de los trabajadores de tomar como rehenes a sus jefes, conocida como “bossnapping”, es frecuente.
En 2009, directivos de varias compañías grandes, incluyendo Caterpiller, 3M y Sony fueron rehenes por cortos periodos durante disputas por recortes de empleos o indemnizaciones por despidos.