Michelle Bachelet vuelve a la presidencia de Chile por segunda vez tras arrasar este domingo en los comicios, con una promesa de transformaciones profundas para uno de los países más ricos de América Latina pero marcado por una gran desigualdad social.
Escrutados el 99,97% de los votos, la socialista obtuvo 62,1% de los sufragios frente a la candidata derechista Evelyn Matthei, que logró 37,8%, según datos oficiales del balotaje caracaterizado por una alta abstención y que devuelven el poder a la izquierda tras cuatro años de gobierno conservador.
“Chile, ahora, por fin es el momento de hacer los cambios”, afirmó Michelle Bachelet en su discurso tras su victoria electoral, en la céntrica avenida Alameda.
Esta médica pediatra, de 62 años, abrochó su retorno al palacio presidencial de La Moneda luego de un primer gobierno, entre 2006 y 2010, cuando se alzó como la primera mandataria mujer en la historia del país.
Michelle Bachelet se impuso tras la promesa de poner en marcha un ambicioso plan reformas,que incluyen una tributaria, una educativa –para instaurar la gratuidad universitaria– y una nueva Constitución que acabe con la legada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Se trata de un momento “histórico” para un país que “ha decidido que es momento de hacer transformaciones de fondo”, señaló.
Flanqueada por sus hijos y su madre, Angela Jeria, Michelle Bachelet reconoció, no obstante, que no tiene una tarea fácil ante sí.
“Pero ¿cuándo fue fácil cambiar el mundo para mejor?”, dijo Bachelet, que se había impuesto en la primera vuelta del 17 de noviembre, con un 46,6%.
En una tradición republicana, el presidente Sebastián Piñera la felicitó telefónicamente, en un distendido diálogo transmitido en vivo por la televisión.
“Ha tenido un gran triunfo, quisiera desearle el mayor de los éxitos”, le dijo Piñera a Bachelet, prometiéndole además una actitud “patriótica y constructiva” desde la oposición.