El príncipe Carlos está llenando los formularios para reclamar su pensión ya que hoy cumple 65 años, aun cuando no ha comenzado a desempeñar el cargo para el cual nació.
El hijo mayor de la reina Isabel II ha sido el heredero al trono desde que su madre fue coronada en 1953, cuando él tenía 4 años. Es el heredero que más tiempo ha esperado para llegar en la historia de Gran Bretaña, superando al hijo de la reina Victoria, Eduardo VII, hace dos años.
Carlos es abuelo desde principios de año, tras el nacimiento de Jorge, primogénito del príncipe Guillermo y su esposa Catalina.
Funcionarios del palacio real dijeron ayer que Carlos donará su pensión del gobierno a una organización benéfica que ayuda a personas de la tercera edad.
Carlos tiene derecho a unas 110 libras esterlinas (175 dólares) a la semana por haber revistado en la Armada Real y por las contribuciones voluntarias que hizo.
Como príncipe de Gales, ciertamente no necesita la pensión. Controla el muy rentable Ducado de Cornwall, una vasta propiedad establecida en 1337 por el rey Eduardo II para proveerle ingresos a sus herederos, que le da a Carlos millones cada año.
Conmemorará su cumpleaños representando a su madre en la reunión de jefes de la Mancomunidad Británica en Sri Lanka tras pasar parte del día en India.
Por décadas, la reina ha asistido a la reunión, y Joe Little, director editorial de la revista Majesty, dijo que Carlos considera que tomar su puesto será “una ocasión trascendental”.
Representar a la reina se ha vuelto más común en años recientes: Isabel II, de 87 años, ha reducido en gran medida sus viajes al exterior. Su esposo, el príncipe Felipe, de 92 años, también ha disminuido sus apariciones públicas tras una serie de contratiempos médicos.
A lo largo de sus décadas como heredero, Carlos se ha hecho conocer por sus opiniones firmes sobre temas como la educación, la arquitectura, la religión, el ambiente, la comida orgánica y la homeopatía.