El papa Francisco visitó este viernes por sorpresa la zona industrial del pequeño Estado de la Ciudad del Vaticano, donde saludó a los carpinteros y a los obreros de la central térmica.
En su perfil de la red social Twitter, el diario vaticano «L»Osservatore romano» informa de la visita que realizó el pontífice argentino este viernes, de la que fueron testigos también sus trabajadores, pues la sede del periódico está en la misma plaza en la que se localiza la central térmica y la carpintería vaticanas.
El papa Francisco «ha estrechado la mano a los carpinteros y a los obreros de la central térmica», explica «L»Osservatore romano», que publica además en un tuit una fotografía del pontífice junto a varios trabajadores vaticanos que lo aplauden.
Los periodistas del periódico de la Santa Sede que se dieron cuenta de la visita se asomaron a las ventanas de su edificio para aplaudir al jefe de la Iglesia Católica, quien les respondió con un saludo en la distancia.
«Francisco ha llegado de improviso, sin que nadie nos hubiera advertido. Nos lo hemos encontrado delante, imagínese nuestro estupor», afirmó uno de los carpinteros, en declaraciones a la agencia de noticias italiana AGI.
«El papa ha querido recorrer todas las divisiones productivas, lugares en los que nunca habríamos pensado recibir al pontífice», agregó.
La central térmica vaticana fue construida en los años 1932 y 1933 bajo el Pontificado de Pío XI para aprovechar la producción de energía eléctrica que se proyectó en el pequeño Estado en 1897 gracias a la caída del agua del acueducto procedente del lago de Bracciano.
En 1934 fueron construidos cerca de la central los talleres de mecánica, el laboratorio de técnica electrónica y la carpintería, que ocupaba una única sala de 500 metros cuadrados y estaba equipada para la fabricación de armazones y ventanas.