Vecinos dicen que parecía ‘normal
Los vecinos de Ariel Castro, el dueño de la casa donde permanecieron cautivas las tres jóvenes rescatadas en Cleveland, lo describen como una persona “normal” y dicen que su conducta no despertaba sospechas; sin embargo buscando un poco más la información resulta inquietante.
Ariel Castro en 1993 fue acusado de violencia domestica, según los documentos de una corte de Cleveland Castro golpeó a la que era su esposa, le rompió varias costillas, la nariz, un diente y le dislocó la clavícula. Fue tan violenta la paliza que a la mujer se le formó un coagulo de sangre en el cerebro.
Por el violento incidente, Castro perdió la custodia de sus hijos, sin embargo en su página de Facebook que ya fue removida por el FBI se ufanaba de tener tres hijos y cinco nietos.
Su hija Emily Castro fue condenada a cinco años de cárcel en 2008 por apuñalar e intentar asesinar a su hija de 11 meses de nacida.
Su hijo Anthony de 31 años dijo avergonzarse de su padre y recordó que Castro tenía varias puertas con candado y no le permitía a varias partes de la casa, entre ellas el sótano.
La hija de Castro era amiga de Gina DeJesus
Ariel Castro había sido chofer de un autobús escolar fue despedido cuando dejó a un niño olvidado en el autobús.
En sus solicitudes de trabajo escribía que le gustaba trabajar con niños y sus vecinos dicen que él asistió a una vigilia para recordar a 2 de sus víctimas e incluso abrazó a la madre de una de ellas, también estuvo presente en una de las excavaciones que las autoridades hicieron en un terreno del área después de una falsa información de que ahí estaban los restos de una de las mujeres desaparecidas.
Hace una semana preguntó a su hijo si creía que algún día iban a encontrar a Amanda Berry e irónicamente fue ella la primera que logró escapar, llamar a la policía y denunciar a su captor.
El hijo de Ariel Castro también reveló que Gina DeJesus de origen puertorriqueño era la mejor amiga de su hermana menor y que quizás por eso su padre pudo secuestrar a la muchacha en una transitada calle de Cleveland ya que ella lo conocía bien.
Incluso una de las últimas personas que vio a Gina DeJesus el día que desapareció fue la hija menor de su captor, los investigadores creen que Ariel Castro mantuvo a sus víctimas encadenadas por un tiempo y quedaron embarazadas más de una vez, una vecina dice que vio en una ocasión una mujer desnuda gateando en el patio de la casa con Ariel Castro, la mujer llamó a la policía pero no le hicieron caso.
Vecinos de Castro jamás imaginaron que pudiera hacer daño
Los vecinos del sospechoso Ariel Castro, sin embrago, nunca imaginaron que en la vivienda que éste adquirió en 1992, en el 2207 de la Avenida Seymour, una modesta casa de dos plantas, se encontraban ocultas tres adolescentes y a una niña pequeña. “Me da vergüenza que ni yo ni nadie del vecindario nos hubiéramos percatado de nada”, ha reconocido a los medios locales, Juan Pérez, un joven de 27 años que ha crecido a dos manzanas de donde residía Castro y con quien solía jugar de pequeño y conversar más adelante, publica el diario El País.
Su tío, Julio Castro, asegura que su sobrino era bajista en varias bandas y que solía tocar en un club que perteneció al tío de DeJesus. En su perfil de Facebook, Castro señala que formaba parte del Grupo Fuego, «una banda de merengue y música tropical», si bien sus componentes se han apresurado a puntualizar que aquel solo tocó con ellos en dos ocasiones en 2008, añadió el rotativo.
Charles Ramsey, el vecino de Castro convertido en héroe por ayudar a huir de la casa a Berry, aseguró que su vecino era “un tipo normal, una buena persona”. Ramsey aseguró a los medios de comunicación el lunes por la tarde que a menudo había celebrado barbacoas con Castro en su vivienda y que nunca sospechó que pudiera tener encerradas a tres personas. “Salía de su casa, jugaba con los perros, se ocupaba por mantener a punto sus coches y su moto y volvía a entrar. Nada raro”, afirmó.
Jannette Gómez, otra vecina de Castro, recordó que tenía costumbres que eran poco habituales pero no le parecieron sospechosas, por ejemplo, solía aparcar su motocicleta y su camioneta roja en la parte trasera de la casa, cerraba la valla y entraba por la puerta de atrás, casi nunca por la principal. “A veces encendía la luz del porche, pero la casa siempre estaba a oscuras. Las persianas siempre estaban cerradas y al menos una de las ventanas estaba tapada con un panel”, recuerda.
Ariel Castro, el músico
Miguel Quiñones, gerente de Grupo Fuego, dijo que la banda dejó de trabajar con Castro porque él no era digno de confianza: «Lo único que recuerdo de él fue que siempre llegaba tarde a la práctica.», publicó el diario USA Today.
El periódico agregó que Castro también tocó con Los Boy’z Del Merengue, presentándose con Roberto Ocasio en 2003. «Conocía a Castro como un buen bajista pero nunca he tenido ningún contacto con él aparte de eso,» dijo el ex manager de Ocasio, Montie Bev.
Montie dirige actualmente la Fundación Roberto Ocasio, que lleva a cabo campamentos de música para los niños.
«Todos estamos horrorizados de pensar en todo esto, sobre todo porque trabajamos con niños», dijo. «Pero Castro nunca fue parte del programa de cualquier niño que llevamos a cabo», declaró Montie Bev.