En el lugar en el que estaba la laguna, rica en peces, hay ahora un enorme agujero de 50 metros de diámetro y 30 de profundidad que va creciendo.
Según los habitantes de la zona, el fenómeno sucedió de un día para otro.
Los peces empezaron a saltar y el agua despareció, tragándose incluso a algunos árboles cercanos.
Los científicos aseguran que se trata de un fenómeno natural debido a que la zona donde ocurrió es cárstica, con formaciones producidas por la acción erosiva o disolvente del agua y que el fenómeno pudo producirse por las corrientes de agua subterránea.
Otra teoría más popular -y que los expertos rechazan- es que un pez podría haber accionado una de las bombas alemanas de la Segunda Guerra Mundial que una anciana arrojó al lago.