Uno descubre si lo que ha pedido realmente se adapta al cuerpo una vez que ha llegado. Y si no queda bien, tiene que tomarse la molestia de empacar de nuevo y devolver la prenda. Algo que para mucha gente es un gran problema.
Casi una de cada cuatro prendas son devueltas. El 70% de estas devoluciones es porque tiene un tamaño incorrecto», dice Heikki Haldre, director ejecutivo y fundador de Fits.me con sede en Londres.
Empresas como la suya están utilizando la tecnología para reducir las altas tasas de devoluciones.
Fits.me desarrolló una suerte de probador online en conjunción con ciertas tiendas. Los compradores introducen sus medidas básicas y el sistema produce un maniquí virtual que se acopla a sus dimensiones.
El usuario puede vestir al maniquí con diferentes tallas, lo que le permite ver cómo encajan las prendas antes de hacer su compra.
Más de 30 minoristas ya se han suscrito a este servicio, incluyendo Superdry, Hugo Boss y Thomas Pink.
Tener más confianza a la hora de lograr que a uno le quede bien la ropa significa que los compradores compran más, dice Haldre.
«Se elimina el riesgo de comprar ropa por internet. Y cuando este riesgo desaparece, las ventas de los minoristas aumentan. Las personas que utilizan los probadores virtuales de Fits.me compran casi dos veces más que las que no los utilizan», añade.
Tailor Truck
La tecnología de las tallas digitales también ha entrado en el mundo de la ropa masculina a medida de alta gama. Carlos Solorio, cofundador de la firma estadounidense Arden Reed, quería cambiar la manera en la que se medía a los hombres para el tallaje de la ropa.
«Realmente, la sastrería no ha cambiado en los últimos 200 años», dice. «Y así se nos ocurrió la idea del Tailor Truck».
Su furgoneta personalizada está equipada con la última tecnología de escaneo 3D y viaja alrededor de Estados Unidos. Utiliza 14 sensores de Kinect y el escáner toma más de 3,5 millones de mediciones puntuales del cuerpo. Estos son enviados a una planta de producción en Asia y el cliente recibe su traje a medida entre cuatro a seis semanas después.
«Los clientes obtienen un traje a medida con un precio que oscila entre US$500 y US$1500, que es menor que el de su traje típico a medida», dice Solorio.
«Vimos un problema en el mercado», dice. «El mercado de los trajes a medida era limitado y la experiencia no era la mejor».
«Había que hacer varias pruebas, pagar más de dos o tres mil dólares por un traje, y, a veces, el acabado final no era satisfactorio, incluso con un sastre experimentado».
Probadores virtuales domésticos
Científicos del London College of Fashion están desarrollando un software que permite a los compradores utilizar su propio equipo casero para tratar de encontrar el ajuste perfecto.
«Muchas personas que hacen compras por internet no conocen su talla para una marca en particular», dice Al-Sayegh Mouhannad, del Fashion Digital Studio de la universidad.
Usando su propia cámara, ya sea web o un teléfono inteligente, el consumidor captura una imagen de sí mismo y lo carga en el sitio. Después, proporciona algunos datos básicos como altura, peso, edad y género.
Esta información se envía al servidor y el ordenador hace el resto. Identifica la forma del cuerpo del comprador, lo saca del fondo, y luego extrae las mediciones.
La tecnología podrá ser utilizada en cualquier lugar.
Usando los datos de la ropa que ofrece la tienda, el software es capaz de hacer una recomendación de tallas al comprador. Al-Sayegh espera que no pase mucho tiempo antes de que la tecnología esté disponible en la mayoría de tiendas de ropa en línea.
«Si somos capaces de proporcionar tecnología que ayude a los clientes a encontrar su talla desde sus hogares se reducirá significativamente la tasa de devoluciones».
Y eso no es sólo bueno para el consumidor, también es bueno para el negocio.
En muchas ocasiones los minoristas cubren los costos de los artículos que se devuelven. Y cuando se devuelven, a menudo se revenden sólo a un precio muy rebajado. Esto significa que los minoristas pierden.
También están los impactos ambientales. Haldre dice que por cada 100 ventas, hay 162 devoluciones y cambios.
«Tengo una cosa clara -dice- Los probadores virtuales, ya sea Fits.me u otro servicio serán la solución estándar para las compras en línea».