En 2003 Thamsanqa Jantjie, el traductor que puso en ridículo al Gobierno de Sudáfrica, participó en el asesinato de dos ladrones que habían robado un televisor quemándolos vivos con la ayuda de neumáticos. Un primo y tres amigos de Jantjie declararon a AP, bajo condición de anonimato, que él nunca fue enjuiciado por esos homicidios debido a que las autoridades determinaron que no era mentalmente apto para ser sometido a juicio. Sin embargo, los otros sospechosos del delito fueron procesados en 2006.
En lugar de ser juzgado, Jantjie fue internado en una institución para enfermos mentales durante más de un año, dijeron las fuentes a AP. Tras regresar a Soweto (área urbana ubicada al suroeste de Johannesburgo) comenzó de repente a trabajar como intérprete de lengua de signos en actos del Congreso Nacional Africano, partido en el Gobierno de Sudáfrica desde el establecimiento de la democracia en 1994.
“Fue un asunto comunitario, lo que se podría llamar justicia efectuada por una turba; también estuve ahí”, señaló Jantjie al periódico ‘Sunday Times’ de Johannesburgo. Según la cadena de televisión sudafricana ENCA, desde 1994 el traductor se había enfrentado también a cargos de violación, robo, daño intencional a la propiedad y secuestro.
El falso intérprete declaró la semana pasada que padece esquizofrenia y que alucinó y vio ángeles mientras gesticulaba sin coherencia cuando estaba a solo un metro del presidente estadounidense Barack Obama y otros líderes mundiales. Mientras, las autoridades sudafricanas realizan una investigación para saber quién contrató a Jantjie para que tradujera a los sordos durante la ceremonia fúnebre de Mandela y cómo es que recibió la autorización de los responsables de seguridad.