Proponen pago por “servicios ambientales” para evitar problema.
De continuar captándose el agua de las lluvias y lagunas de la sierra central para el consumo de la población, y no tratar el agua servida que proviene de viviendas e industrias que las descargan en los ríos Lurín, Rímac y Chillón, la población de Lima y Callao estará en riesgo de no consumir agua, advirtieron voceros de la ONG Vida.
El presidente de dicha organización, Arturo Alfaro Medina, explicó que hoy en día el agua que llega de la sierra central se capta a través de dos plantas de tratamiento: La Atarjea, que pertenece a Sedapal, y la de Carabayllo, que es privada y abastece solo a Sedapal.
“Para agua potable y abastecimiento de algunas industrias somos totalmente dependientes del periodo de lluvias en esa zona del país. Si no hay lluvias, no hay suficiente agua”, manifestó el especialista.
Una limitación a la que se suma el hecho de que aún se desarrollan proyectos de trasvase de agua de las lagunas de las alturas de Junín (de la provincia de Yauli, principalmente) hacia las cuencas del Pacífico, como única medida para enfrentar el crecimiento poblacional de ambas ciudades.
“Lima continúa dependiendo del centro del país”, agregó.
Además, sostiene Alfaro, no se invierte lo suficiente en el tratamiento de aguas servidas de viviendas e industrias que se arrojan a los ríos. La minería y el uso de agroquímicos también contaminan los ríos, afectando el uso de sus aguas para agua potable, industria o riego de zonas agrícolas, parques y jardines.