Lo han diseñado ingenieros de la Universidad de Stanford utilizando, además de papel, una pequeña lente, una pila de 3V y un LED.
No creas que los resultados son malos. El microscopio consigue observaciones con más de 2.000 aumentos y podría ser muy útil en países en desarrollo para diagnosticar y tratar diversas enfermedades.
El proyecto lo lleva a cabo Manu Prakash, profesor de Bioingeniería de la Universidad de Stanford, y surgió en un viaje a Kenia en donde la malaria es uno de los mayores problemas sanitarios.
Aun así, Prakash se dio cuenta de que los pocos medicamentos con los que cuentan en ese país, y otros similares, se administraban sin saber realmente si son el tratamiento correcto.
Ante el miedo de la población, muchas terapias y fármacos se están suministrando sin conocer exactamente qué bacteria o virus eran los responsables de cada enfermedad, lo que reduce en gran parte su efectividad.