Corea del Norte ha vuelto a los exabruptos retóricos que sacudieron la península coreana a principios de año. Pyongyang ha amenazado con un ataque “sin piedad” contra Corea del Sur en respuesta a la quema en este país por parte de activistas de imágenes de la familia Kim, que desde hace tres generaciones gobierna el Norte.
La advertencia ha sido hecha en un mensaje enviado ayer por el Secretariado de la Comisión Nacional de Defensa –el máximo órgano militar norcoreano-, según ha asegurado este viernes el Ministerio de Defensa en Seúl, informa France Press.
Grupos conservadores surcoreanos protestaron el martes pasado y quemaron efigies del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y sus predecesores ya fallecidos (su padre, Kim Jong-il, y su abuelo, Kim Il-sung), con ocasión del segundo aniversario de la muerte de Kim Jong-il.
Pyongyang afirma que las manifestaciones han insultado a “la más alta dignidad” de su dirección y ha amenazado con actos de represalia “sin piedad” sin previo aviso. El Ministerio de Defensa surcoreano dice que ha enviado una respuesta en la cual promete “reaccionar con dureza ante cualquier provocación de Corea del Norte”.
Pyongyang lanzó en marzo y abril un torrente de amenazas contra Washington, Seúl y Tokio, incluidos posibles ataques atómicos y de misiles. La tensión disminuyó en los meses que siguieron, pero ha vuelto a subir tras la ejecución fulminante la semana pasada de Jang Song-thaek -tío de Kim Jong-un y el segundo hombre más poderoso del régimen- por traición e intento de derrocar a Kim Jong-un.
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, advirtió el lunes en una reunión con los máximos responsables de seguridad y defensa del país que la convulsión en la cúpula norcoreana podría ser el presagio de futuras “provocaciones temerarias” por parte de Pyongyang.
Washington se manifestó ayer en el mismo sentido. “Este tipo de acciones internas (la purga de Jang y sus aliados) de los dictadores es a menudo precursor de una provocación para distraer la atención de lo que están haciendo dentro del país”, dijo el general Martin Dempsey, el máximo responsable militar de Estados Unidos, informa Reuters. El Secretario de Estado de Defensa, Chuck Hagel, afirmó que la incertidumbre sobre los motivos de Corea del Norte es “una preocupación para todos”.
Dempsey no identificó de forma explícita qué tipo de provocación del Norte temía. Estados Unidos culpó a Pyongyang del torpedeo e hundimiento de un barco de guerra surcoreano en 2010, en el que murieron 46 marineros. Desde entonces, ha llevado a cabo pruebas de misiles y nucleares. La última fue un ensayo atómico subterráneo en febrero pasado, en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que provocó la ira de la comunidad internacional.