La sentencia es un logro de los activistas sauditas, que iniciaron una campaña para conseguir que la condena de Faisal al Ghamdi fuera proporcional a su crimen, después de que un primer fallo lo obligara únicamente a pagar una indemnización a la madre de la niña.
A principios de este año la historia de Lama, la hija de Faisal Al Ghamdi, conmovió al mundo. La niña murió después de pasar varios meses en coma tras ser brutalmente torturada y supuestamente violada por su padre. Los médicos del hospital denunciaron también que Lama había sido “violada por todas partes”.
En febrero Al Ghamdi fue puesto en libertad tras pasar tres meses en la cárcel, lo cual indignó a la sociedad. Además, se supo que Al Ghamdi, un predicador islámico muy popular en Arabia Saudita, no había sido registrado oficialmente como clérigo por las autoridades religiosas.
El lunes el mismo juez del mismo Tribunal condenó a Al Ghamdi a una pena de ocho años de prisión y 800 latigazos. Su actual esposa, con la que se casó después de divorciarse de la madre de Lama, recibió una condena de 10 meses de prisión y 150 latigazos por no haber denunciado el crimen de su marido, informan los medios sauditas.
Algunos de los activistas dicen que están decepcionados porque Al Ghamdi no ha sido condenado a muerte. Pero la madre de Lama, pese a sus anteriores reclamaciones de una sentencia justa, aceptó recibir el ‘dinero de sangre’, una indemnización a la familia de una persona asesinada que reemplaza una pena de muerte.
“Tengo hijos y una casa que mantener, necesito el dinero”, dijo la madre de Lama. “La familia no se beneficia de la muerte de mi exmarido.”