Cuando nació fue declarada muerta por los médicos del hospital San Francisco de Asís de Quibdó, en Colombia. Sin embargo, luego de pasar 12 horas en la morgue del nosocomio dio señales de vida.
La menor nació a las 27 semanas de gestación, por lo que tenía pocas probabilidades de sobrevivir al parto.
La madre de la pequeña llegó en trabajo de parto al centro médico, donde los especialistas en neonatoligía intentaron ayudarla. “Se procedió con la gestante, pero no respondió al tratamiento así que tuvimos que hacer cesárea”, explicó el director de la institución, Farid Alonso Vieira.
“Como era de esperarse, la niña salió con problemas respiratorios por falta de madurez pulmonar, lo cual llevó a crisis y murió”, señaló el médico. Sin embargo, lo inesperado ocurrió cuando 12 horas más tarde se oyó el llanto de la bebé desde la morgue.
El certificado de defunción de la pequeña fue firmado a las 3:20 a.m., pero para las 1:30 p.m. de ese mismo día los familiares —que habían ido a pedir el cuerpo— se encontraron con la increíble escena de que la pequeña respiraba, se movía y lloraba.