El expresidente de Colombia Álvaro Uribe (2002-2010) admitió hoy que durante su gobierno el país sudamericano recibió ayuda secreta de la CIA en operaciones militares en las que murieron jefes de las FARC, tal y como reveló hace unos días el diario estadounidense The Washington Post.
En su cuenta de Twitter, el expresidente reconoció que Estados Unidos “ayudó (a Colombia) para detectar la ubicación” de los jefes terroristas, pero puntualizó que esos operativos militares se desarrollaron “con hombres y equipos nuestros (colombianos)”.
“Bajo mi responsabilidad fueron (esos) operativos militares”, agregó el exgobernante del país cafetero.
El Washington Post reveló el domingo que EEUU y Colombia fortalecieron en el 2000 su estrecha relación militar con un programa secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que permitió ayudar a abatir a líderes de las FARC.
Al parecer, agentes estadounidenses instalaron una unidad de inteligencia en la embajada de Estados Unidos en Bogotá dedicada a ubicar, a través de información por satélite, los campamentos guerrilleros, una información que después compartían con las autoridades colombianas.
Entre los subversivos muertos con la ayuda de la CIA, según la información del diario, está Raúl Reyes, el número dos de las FARC en ese momento, cuyo campamento a pocos metros de la frontera de Ecuador con Colombia fue atacado en marzo de 2008, operación que desembocó en una grave crisis diplomática entre los dos países.
Tras la publicación de estas informaciones, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó el hecho como “gravísimo” y alertó de que detrás de la revelación pueden estar intereses contrarios al proceso de paz que negocian las FARC y el gobierno colombiano en La Habana desde hace más de un año.