Reforzaron un mal hábito y pagaron muy caro por ello. Una pareja de esposos chinos pegó el grito al cielo cuando descubrió que su pequeño hijo de cuatro años destrozó sus ahorros.
Resulta que Liu Fan (28), madre del menor, se quedó cuidando a su hijo, pero cansada por sus labores se fue a descansar. Así el pequeño se quedó solo y como se le estaba permitido romper los viejos libros, empezó a jugar.
La historia cambio cuando encontró debajo del sofá un paquete que contenía tres mil euros. El pequeño simplemente los rompió.
Cuando la mujer se despertó fue a buscar a su hijo y descubrió el hecho. Alarmada llamó a su pareja. Ambos estaban tan impresionados y desesperados, pues con ese dinero iban a pagar la inicial de su nueva casa.
Afortunadamente, encontraron un banco que aceptó cambiarles los billetes por unos nuevos. Consultada por la prensa, la mujer dijo que “ya no le permitirá a su hijo romper los libros, pues son para leerlos”.