Cuando te sientes feliz y estás junto a tu pareja, sonríes, abrazas, saltas, besas y otras cuantas cursilerías más. Y como vivimos en una sociedad que, según sus normas, nos permite desenvolvernos libremente, realizamos estas muestras de cariño de manera natural. Claro, a menos que te encuentres en el centro cultural Peruano Japonés, donde los encargados de la seguridad parecen vivir en la época de la inquisición. Liliana Huaraca y Pilar Rojas, una joven pareja, fue discriminada con el argumento de que “este es un lugar público que se respeta”.
Liliana y Pilar llegaron al C.C. Peruano Japonés, donde la escritora Doris Moromisato presentaría su poemario “Diario de la mujer es ponja”. Al finalizar el evento, formaron una cola para conocer a la autora y que les autografíe su libro. Mientras esperaban, se prodigaron algunos besos y se tomaron de la mano. Pero esa demostración de afecto fue reprobada inmediatamente por el encargado de seguridad del local, a quien identificaron como Hugo Mauro Cerna.
“El lugar se respeta. Esta es una institución donde hay un respeto mutuo. Estamos explicando las razones y ustedes entienden otras. Haga esto en otro sitio porque esta es una institución pública. Acá tenemos reglamentos y hay que respetarlos”, señaló el efectivo de seguridad y consta en un audio que la pareja logró grabar con su teléfono.
Por si fuera poco, cuando Liliana informó que presentarían una queja sobre esta situación, los encargados de seguridad les advirtieron que tengan cuidado, porque podrían perjudicar la relación entre la institución y la escritora Doris Moromisato.
“Antes de enviar una carta, hable con Doris Moromisato, porque la institución le va a cerrar las puertas. Si dicen que son sus amigas, la están perjudicando”, agregó Luis Takehara, el jefe de seguridad, quien al parecer no tenía mayores argumentos para explicar su actuación.
Se viene la sanción
El centro cultural Peruano Japonés está ubicado en Jesús María, un distrito en el que se prohíbe todo acto de discriminación mediante la Ordenanza Municipal Nº285.
En dicho documento se explica que “la Municipalidad de Jesús María prohíbe el ejercicio de prácticas discriminatorias, por personas naturales o jurídicas, cualquiera sea su forma o modalidad en el distrito. Y es obligatorio tener publicada la ordenanza en todo local público o de servicio”.
Además, en el artículo 4 se explica que “es causal de revocatoria de la licencia de funcionamiento y se ordenará la clausura definitiva del local si se comprueba la realización de actos discriminatorios”, además de la aplicación de una multa de 1 700 soles.
Sin embargo, a la joven pareja solo le interesa que la institución presente unas disculpas públicas, y que la municipalidad de dicho distrito capacite a su personal y a los trabajadores del centro cultural respecto a la discriminación.
El dato:
Liliana y Pilar presentarán una denuncia formal ante la Municipalidad de Jesús María. Además, llevarán su reclamo ante INDECOPI, pues los encargados del centro cultural Peruano Japonés se negaron a entregarles el libro de reclamaciones