El primer ministro canadiense, Stephen Harper, adelantó que se espera que la pérdida de vidas sea considerable.
Las autoridades locales aseguran que muchos de los residentes del asilo necesitaban sillas de ruedas o andadores para caminar y que algunos de ellos tenían Alzheimer.
El fuego se desató pasada la media noche y fue impulsado por los fuertes vientos, pese a las temperaturas bajo cero de la zona.