Barcelona pagó por el fichaje de Neymar Da Silva Santos 95 millones de euros y no los 57 que declaró oficialmente el presidente Sandro Rosell. Es decir, 38 millones de euros más. Esta es la cifra que revelan los contratos suscritos entre el club azulgrana y el jugador, que obran ya en poder del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y a los que ha tenido acceso el diario español El Mundo.
Se trata de siete documentos (suscritos entre noviembre de 2011 y setiembre de 2013) que incluyen, entre otros asuntos, tres comisiones millonarias destinadas a la familia de Neymar y que hasta ahora permanecían ocultas.
Dos millones de euros correspondieron al padre del jugador para que busque “nuevas promesas del Santos”, club de procedencia del número 11 del Barcelona. Cuatro millones más por una supuesta labor de captación de “contratos de publicidad de empresas brasileñas” y otros 2,5 para que los Neymar los destinen teóricamente a fines sociales, concretamente a ayudar “a los niños de las favelas de Sao Paulo”.
Según El Mundo, buena parte de estos contratos se suscribió después de que la estrella brasileña fuera presentada en el Camp Nou. Una prueba más de las irregularidades y el afán de opacidad de un fichaje que, a la luz de lo que refleja el contrato, es el más caro de la historia por encima del rubricado con el portugués Cristiano Ronaldo (94 millones) y con el galés Gareth Bale (91,5 millones) por el Real Madrid.
Además, destaca que en los contratos inéditos el Barcelona no incorpora a los mismos ningún tipo de obligación para la familia del crack brasileño. De tal forma que, busquen o no jugadores y anunciantes, percibirán siempre la misma cantidad durante los cinco años de contrato que tiene firmados el delantero con el Barza, por lo que se trata de acuerdos ficticios para camuflar los verdaderos ingresos del futbolista.