“Si le gusta su médico puede seguir con él, si está satisfecho con su seguro de salud, lo puede mantener “, dijo Obama en numerosas ocasiones durante los últimos años. Sin embargo, este otoño empezaron a llegaron a los buzones de cuatro millones de estadounidenses avisos de cancelación de seguros médicos de salud, en gran parte debido al hecho de que estos seguros no alcanzaban los requisitos mínimos establecidos en la Ley de Asistencia Asequible.
Por su parte, Obama negó que hubiera hecho tal promesa, diciendo que en realidad se refería a que los seguros podían mantenerse solo si no habían sufrido ninguna modificación desde que se aprobó la reforma sanitaria en el país.
La explicación de Obama no pasó el examen de PolitiFact (un sitio web en el que editores y periodistas verifican si los políticos de EE.UU. han cumplido o no sus promesas), especialmente después de que se recopilaran decenas de vídeos en los que aparecía el presidente prometiendo que los seguros médicos no serían alterados.
Frente a la reacción negativa de la opinión pública, Obama se disculpó y dio a conocer un plan de un año de duración para permitir que las aseguradoras sigan vendiendo los planes de seguros existentes que están a punto de ser cancelados.
Desde que su promesa fue considerada ‘falsa’, los índices de aprobación del presidente han disminuido drásticamente. En total, siete de las diez mentiras seleccionadas por los lectores de PolitiFact estaban relacionadas con la Ley de Asistencia Médica Asequible de Obama, conocida coloquialmente como ‘Obamacare’.
¿Por qué ocurrieron las cancelaciones?
La Ley de Asistencia Médica Asequible pretendía que los seguros de salud existentes siguieran desarrollándose según un complejo proceso llamado ‘derechos adquiridos’ por el que las compañías de seguros podrían seguir vendiendo el plan si se cumplían ciertas reglas.
El problema para las aseguradoras es que las reglas del ‘Obamacare’ son demasiado estrictas. Si los planes se desviaban tan solo un poco, perderían su condición de derechos adquiridos, por lo que finalmente las compañías de seguros cancelaron los planes que no cumplían con los nuevos estándares.