Las autoridades de Filipinas elevaron el número de muertos y a 1.75 millones los afectados por las inundaciones y las lluvias torrenciales causadas por la tormenta tropical Trami en el norte del país desde el domingo.
En Manila, que ha llegado a estar anegada en más de la mitad de su superficie, la actividad comercial comienza a volver a la normalidad con la apertura del mercado financiero, colegios y oficinas gubernamentales.
Mientras, en algunas provincias cercanas aún persisten las inundaciones en las zonas más bajas.
Según los registros del servicio meteorológico filipino, en los últimos cuatro días ha caído en la capital cerca de un 30 % más de lluvia que el total del promedio mensual de agosto.
El chabolismo, la acumulación de basura en el alcantarillado y las malas infraestructuras convierten en desastres las lluvias monzónicas que todos los años causan numerosas víctimas en Filipinas.