Aunque poco se sabe de las características de su próximo «smartphone», la maquinaria de las filtraciones ha comenzado a rodar para avanzar cómo será el próximo iPhone o, como lo han bautizado los analistas, el iPhone 6. Entre las novedades, se baraja la posibilidad de que el terminal introduzca algunos componentes fabricados en «metal líquido».
En 2010, Apple firmó un acuerdo con California Institute of Technology (Caltech), una empresa perteneciente a Liquidmetal Technologies, para proporcionar a la empresa de la manzana los derechos de uso de aleaciones metálicas avanzadas de Liquidmetal para fines de electrónica de consumo.
Según anuncia el «MacRumors», portal especializado en la compañía, Apple podría utilizar este material para la fabricación del sensor de presión para el botón «Inicio» después de desvelar hasta 17 nuevas solicitudes de patentes presentadas por la compañía de Cupertino la semana pasada. Otra aplicación de este material, según se desprende del catálogo de patentes, es para crear tornillos a prueba de manipulaciones.
Este es un material aporta una alta tensión de rotura, excelente resistencia a la corrosión así como la resistencia al desgaste. La aleación se empezó a comercializar en 2003 en algunos productos como palos de golf o relojes.