Un hombre italiano de 50 años se prendió fuego en la Plaza de San Pedro después de haberse rociado con líquido inflamable, y fue rescatado por los agentes de seguridad del Vaticano, reportó la agencia Europa Press.
De acuerdo a la información de La Repubblica, el hombre que se quemó a lo bonzo fue trasladado al Hospital Espíritu Santo, y luego fue transferido al de San Eugenio.
Los hechos ocurrieron cuando los agentes de patrulla en la Plaza se dieron cuenta que el hombre se rociaba la ropa con líquido inflamable y vieron cómo las llamas se extendían por su cuerpo.
El primero en socorrerlo fue un sacerdote jesuita que iba a trabajar a la Curia y que le echó por encima su abrigo y su chaqueta. Luego intervino la Policía que logró apagar las llamas con una manta y un extintor que llevaba en el coche tras apenas 30 segundos.
Una ambulancia lo trasladó al Hospital del Espíritu Santo donde encontraronquemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo, por lo que se le decidió trasladar al Hospital San Eugenio en estado grave.
Según precisó el director sanitario del Hospital San Eugenio, el paciente presenta quemaduras extensas de tercer grado sobre el 48-50% de su cuerpo, localizadas, sobre todo, en la parte superior, las extremidades, la cara, el tórax y la espalda.
También dos agentes fueron atendidos en el Hospital por problemas respiratorios y quemaduras en las manos. Junto al hombre se ha encontrado un papel con el número de teléfono de la hija.
Esta es la segunda vez que ocurre un hecho similar, el 13 de enero de 1998, un hombre de 40 años se quemó a lo bonzo en la Plaza de San Pedro, para protestar por la «incomprensión» a su homosexualidad. Los agentes del Vaticano apagaron el fuego y el hombre fue trasladado al hospital donde falleció unos días después.