Este fenómeno, según la agencia EFE, que cita un artículo de la revista ‘Nature’, se debe a los efectos del aumento de la radiación solar, un hecho que no tiene ningún vínculo con el calentamiento climático.
Al igual que la mayor parte de las estrellas, según las conclusiones de la investigación, la luminosidad del Sol aumenta lentamente y de forma natural a lo largo de su existencia, lo que provoca un alza de las temperaturas terrestres.
Científicos del Centro Nacional para la Investigación de Francia señalan que la cantidad de vapor de agua en la atmósfera se incrementa con la temperatura de los océanos, y explican que el vapor del agua es un gas de efecto invernadero que a su vez participa en el calentamiento de la superficie terrestre.
Además prevén que ese incremento acabe provocando la «ebullición de los océanos» y la desaparición del agua en su estado líquido.
Según este último estudio, el punto de inflexión se producirá cuando la radiación solar media alcance unos 375 vatios por metro cuadrado, frente a los 341 vatios actuales, algo que se espera que ocurra dentro de unos 1.000 millones de años.