Música de Eva Ayllón en los reportajes, apodos, invitaciones a programas, entrevistas con fotos ‘creativas’, autógrafos por doquier. Esta es una película conocida, es la nueva versión del filme que protagonizó el equipo, también dirigido por Juan José Oré, que clasificó al Mundial Sub 17 en 2007.
Somos tan propensos a repetir errores que esta Sub 15 puede ser uno más.
Un error relacionado a creernos, una vez más, los mejores del mundo, los que iremos a ganar los Juegos Olímpicos de la Juventud en China, los que ya tenemos la ‘generación dorada’ y nos deben envidiar.
El gran logro del equipo compuesto por chicos menores de 15 años en Bolivia es, indudablemente, digno de un aplauso, pero no puede llevarnos a ser amigos del desequilibrio.
Juan José Oré ha demostrado que es un buen formador. Que se mantenga en esos cargos y apoye al recambio desde los cimientos. Nada de proponerlo (prensa e hinchas) como el sucesor de Sergio Markarián. Oré ha ratificado que está capacitado para el cargo y no tiene nada que envidiarle a técnicos que arriban a la Videna con pasaporte extranjero y logros a medias.
Pero el punto más importante son los chicos. Es ahora cuando se necesita que los padres les hagan entender que los celulares, artefactos, o dinero que puedan recibir como premios no es lo más importante. Lo fundamental es que culminen el colegio de la mejor manera, que pasen a la universidad, mantengan el equilibrio y a la par sigan jugando, si ese es su deseo.
Siendo sinceros, poco conocemos de estos chicos. Trajeron un gran logro y las imágenes borrosas que se muestran del campeonato ellos deberán cambiarlas por momentos más claros cuando avancen en el fútbol, cuando debuten en Primera o salgan al extranjero y demuestren que quieren colaborar con la mejora de nuestro fútbol. De lo contrario, terminarán como aquella selección Sub 17. Olvidados por el tiempo y revisando las portadas que un día protagonizaron.