El verde con el que se han teñido las aguas del río Saperca (en la región rusa de Primorie) es muy intenso. No se trata del habitual tono verde oscuro al que nos tiene acostumbrado el fondo del mar o los márgenes de los ríos. Desde hace algunos días, Rusia se pregunta por qué el caudal de esta corriente se ha convertido en una masa de agua verde brillante.
De momento no se ha descubierto el motivo de este fenómeno, pero los vecinos afirman que no han notado nada que pudiera haberles alertado de que el río había modificado su color.
Sin embargo, los lugareños opinan que quizá la nueva tonalidad se deba al tinte que a veces vierten los empleados del sistema de conducción de aguas de la zona para que les resulte más sencillo localizar averías o fugas en las canalizaciones.
No es el primer caso de agua ‘de colores’
El agua de colores es un fenómeno que ha podido ser estudiado en otros casos. En Australia, por ejemplo, se encuentra un precioso lago en el que bien podría haberse bañado la Pantera Rosa, puesto que sus aguas son del mismo color que este personaje. El lago Retba, en Senegal, también es rosa debido a una bacteria, pero en el lago Hillier se desconoce la razón de por qué el agua tiene un tono tan singular.
También los colores flúor encuentran su espacio en la naturaleza. Hasta hace poco, la Laguna Grande de Puerto Rico impresionaba a todo el que se bañaba en ella: Al introducir un cuerpo en el agua, unos microorganismos llamados dinoflagelados emiten luz e iluminan todo lo que tocan. Desde hace una semana, la laguna se ‘ha apagado’.