Unos ladrones cibernéticos robaron 45 millones de dólares alrededor del mundo al ingresar en empresas de tarjetas de débito, aumentar los límites de retirada y sacar efectivo de cajeros automáticos, informaron el jueves las autoridades estadounidenses.
El masivo golpe fue asestado «en cuestión de horas», anunció la oficina de la fiscal en Brooklyn, Nueva York.
Los fiscales anunciaron cargos contra ocho personas acusadas de integrar la célula que operó en Nueva York para el robo, que se extendió por 26 países. En la ciudad estadounidense, los piratas cibernéticos supuestamente robaron 2,8 millones de dólares en efectivo.
Siete de los ocho acusados fueron arrestados, informó la oficina del fiscal. El octavo, identificado como Alberto Yusi Lajud-Pena, alias ‘Prime’ y ‘Albertico’, presuntamente fue asesinado el 27 de abril, agregó esa oficina.
«Los acusados y sus cómplices participaron en un robo masivo del siglo XXI que se extendió por internet y el mundo entero», dijo la fiscal Loretta Lynch en un comunicado. «En lugar de armas y máscaras, la organización criminal usó ordenadores portátiles e internet», agregó.
El tipo de golpe es conocido entre los delincuentes como «operación ilimitada» y supuestamente se llevaron a cabo dos: el primero el 22 de diciembre del año pasado y el segundo, los 19-20 de febrero de este año.
En la fase inicial, que llevó varios meses, unos sofisticados piratas probablemente se infiltraron en las redes informáticas de los procesadores de tarjetas de crédito para estudiar las bases de datos de tarjetas de débito de prepago, una herramienta utilizada a menudo por los empleados y organizaciones de asistencia.
Una vez dentro del sistema, los ‘hackers’ suprimieron los límites de retirada de dinero que establecen los bancos. A continuación, la banda de ciberpiratas distribuyó los números de las tarjetas de débito a sus cómplices en la calle, los llamados ‘cashers’, quienes cargaron cintas magnéticas de otras tarjetas, como las tarjetas de regalo, con la información robada. Finalmente, los ‘cashers’ recibieron PIN robados y se dedicaron a saquear cajeros automáticos llevándose todo el dinero que pudieron para la organización.
En la primera supuesta acción, el blanco fue el RAKABANK en los Emiratos Árabes Unidos. Después de manipular los límites de retirada, la banda de ‘cashers’ saqueó cajeros automáticos a través de unas 4.500 operaciones que le reportaron 5 millones de dólares en unos 20 países.
Según los fiscales estadounidenses, en el segundo golpe, el grupo se introdujo en la red del Bank of Muscat con sede en Omán. Luego, en diez horas, unos miembros de la banda en 24 países diferentes se llevaron en 36.000 transacciones unos 40 millones de dólares.
La oficina de los fiscales destacó «la precisión quirúrgica» del complot y «la velocidad y coordinación con la que la organización ejecuta sus operaciones en el terreno. Estos ataques dependen de ‘hackers’ altamente sofisticados y de células delictivas cuyo papel es retirar el dinero lo más rápidamente posible».
Las autoridades norteamericanas no precisaron en qué otros países se produjeron los robos, pero un indicio de los mismos lo suministra la lista de las policías a las que Estados Unidos agradeció su cooperación. Son las de Bélgica, Reino Unido, Canadá, República Dominicana, Estonia, Francia, Alemania, Italia, Japón, Letonia, Malasia, México, Rumanía, España, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos.