La salida al mercado de la primera consola está previsto para el próximo 29 de noviembre, la de la segunda, para el viernes 22 del mismo mes. El lanzamiento, sin embargo, no es mundial, hay variaciones en las fechas en función del continente y del país.
Para los expertos, se está en el umbral de una nueva generación de videojuegos, y la pregunta para muchos no es si se compra alguna de las dos, sino cuál se compra.
El corresponsal de tecnología de la BBC, Leo Kelion, explica que las reseñas hechas acerca de PS4 aseguran que los gráficos tienen calidad cinematográfica y que los controles son mucho mejores. También que es mucho más fácil de operar que su antecesora.
Kelion señala que Xbox One incluye un sensor de movimiento de alta resolución en el Kinect (lo que permite controlar la consola sin el control tradicional) y un dispositivo que responde a los comandos de voz mucho mejor. Adicionalmente está concebida de una manera más integral, ya que permite el manejo de la televisión por cable.
La competencia entre ambas está pareja. «Los juegos Battlefield 4 y Call of Duty: Ghost están disponibles para las dos consolas. Pero como los gráficos de PS4 tienen mejor resolución, Sony tiene una ventaja en este caso», dice Kelion.
Y añade: «Xbox One, sin embargo, tiene juegos exclusivos -como Forza Motorsport y Titanfall– que han generado buenos comentarios entre los expertos y fanáticos».
El lanzamiento de ambos productos se produce en un momento clave para ambas compañías.
Recientemente, Sony redujo sus cálculos con respecto a la ganancia que esperaba tener este año en 40%. Microsoft, por su parte, tiene que nombrar al sucesor de Steve Ballmer. Esta decisión podría traer cambios en el rumbo de la empresa.
Para analizar las características de ambos productos, Kelion consultó a cuatro especialistas en la industria de los videojuegos.
Durante años, Sony y Microsoft han estado peleando intensamente por la preferencia de los jugadores introduciendo variaciones tecnológicas, sistemas con mayor potencia y nuevas formas de jugar.
Pero este ya no es el caso. PS4 representa la evolución en la era de los videojuegos, ya que tiene los mejores elementos que ofrecían las tres consolas precedentes, es refinado y potente.
Xbox One asume el riesgo de darle al usuario un rango más amplio con respecto a las actividades que puede realizar con el aparato. Y con la variedad, podría perder la perfección de PS4.
Entre las empresas pequeñas que se dedican a la realización de juegos hay gran expectativa porque tanto Sony como Microsoft han dicho que su nueva tecnología será de fácil acceso para el desarrollo de juegos.
Hasta el momento, el proceso para poder trabajar con programas y herramientas que permiten la programación de juegos para PS4 y Xbox One ha sido complicado, ha requerido completar muchos formularios y ha sido costoso.
Técnicamente ambos aparatos son similares: el procesador y la memoria que tienen difiere en sus funciones, pero no en su capacidad. Los días en los que Sony era una máquina mucho más difícil de programar quedaron atrás.
Los dos tienen la licencia que permite el uso de una unidad procesadora de gráficos (GPU, por sus siglas en inglés). En el caso de Microsoft, esto se aprecia en una mayor rapidez en la generación de los mismos, mientras que en el producto de Sony, la calidad de los gráficos es mejor.
Lo clave será el comportamiento de los programadores, ya que podrían decidir crear juegos exclusivos para una de las compañías. PS4 puede ser atractiva por la calidad que ofrece a los jugadores. Pero Xbox One apuesta a convertirse en el favorito gracias a las funciones adicionales ofrece.
Cuando PS3 y Xbox 360 (antecesores de los modelos que se lanzan este año) salieron al mercado, no había Farmville, Zynga o Plants vs Zombies. Tampoco iPhone ni Android. Los juegos requerían de una televisión, eran públicos y se realizaban en largas jornadas.
Pero en los últimos años se ha desarrollado un nuevo patrón de juego: individual, corto, en diferentes lugares y sin ruido.
Las consolas tradicionales siguen teniendo el reto de lograr penetrar en más nichos de mercado. Pero la pregunta es, ¿pueden adaptarse a los nuevos patrones de consumo de juegos? ¿Pueden atraer a quienes juegan en sus celulares?