La brasileña Catarina Migliorini, de 21 años, anunció una segunda subasta de su virginidad, tras asegurar que no mantuvo relaciones sexuales con el japonés que pagó 780.000 dólares en un primer remate, que formó parte de un documental australiano hace un año.
Migliorini, que posó desnuda junto un oso de peluche rosa en la revista Playboy, abrió el sitio web VirginsWanted2.com (Se buscan vírgenes II) para vender su virginidad al mejor postor.
«Sigo siendo una virgen en todos los sentidos y según toda evidencia, así que nunca tuve ningún encuentro sexual y nadie en este mundo puede decir lo contrario. He decidido hacer mi propia página web para subastar mi virginidad y esta vez será real, así que, hombres o mujeres interesados, hagan sus ofertas», dijo la brasileña en un vídeo.
La joven -que mostró en su página web su talento al piano y bailando tango, así como las dotes de su cuerpo dorado por el sol- espera conseguir un mínimo 1,5 millones de reales (unos 680.000 dólares), por esa «primera vez», dijo al sitio brasileño de la farándula PurePeople.com.br.
En la primera subasta, parte del documental ‘Virgins wanted’, del cineasta australiano Justin Sisel, un japonés, identificado únicamente como Natsu, ganó la conquista de la virginidad de Migliorini en octubre de 2012, tras ofrecer 780.000 dólares. Pero la joven puso en duda la transparencia de la subasta.
«Conocí a Natsu en un restaurante en Sídney. No era un hombre de 53 años, como dijo Justin, era un joven japonés de 21 años. Estaba sorprendida y no creí en esa situación y no hubo acuerdo entre el joven japonés y yo», explicó la joven, que contará todos los detalles del fracaso de la primera subasta en un libro.
En VirginsWanted2 no aparecen reflejadas ofertas y se indica que la subasta finaliza en 18 días. En el primer intento -que ganó el japonés-, recibió 15 ofrecimientos, en su mayor parte de Brasil, pero también de India, Australia y Estados Unidos.
La madre de Catarina Migliorini, Mary, aseguró que «estaba estupefacta» con la decisión de su hija, según PurePeople. «No la apoyamos, pero no la dejamos de amar. Amo a mi hija incondicionalmente y cada día más, pero no entiendo esto», lanzó.
Una subasta