Los científicos que trabajaron en el yacimiento arqueológico de La Blanca, del departamento de Petén, datan esa obra en el siglo VIII d.C.
“Es una pintura al fresco, como los frescos italianos del Renacimiento, no una pintura al seco como es habitual en todos los murales mayas conocidos hasta ahora”, explicó Cristina Vidal, directora científica de La Blanca, citada por la agencia AFP.
El mural, ubicado en un cuarto de un palacio maya construido en el período clásico tardío (600-900 d.C), representa una entrega de ofrendas a un personaje especial.
En esta escena aparecen varios personajes masculinos, femeninos, niños y ancianos con una banda de jeroglíficos.
Vidal no descartó que se realicen nuevos descubrimientos en estas zonas poco exploradas de la región donde podrían conservarse ocultos más tesoros de la cultura maya.
La cima de la cultura maya recae en el período entre los años 250 y 900 d.C. seguida por una etapa de decadencia en el período postclásico (900-1200 d.C).
La civilización maya existía en los territorios que abarcan actualmente Guatemala, México, El Salvador y Honduras.