El Parque Nacional de Sierra Nevada de Colombia ha sido catalogado como el entorno natural más «irremplazable» del mundo por el valor de sus especies amenazadas, según un estudio en el que se lamenta que ese paraje no cuente aún con el título de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El estudio también destaca el valor natural de otros entornos de la región, como el Parque Nacional de Canaima en Venezuela, que alberga trece tipos diferentes de anfibios endémicos, las Islas Galápagos en Ecuador y el Parque Nacional de Manú, en Perú.
Este informe, publicado hoy por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), pone de manifiesto que aunque algunos de estos espacios naturales, como las Galápagos, el parque de Manú o el Parque Nacional de Ghats (India), poseen ya el reconocimiento de la UNESCO, son muchos los entornos naturales insustituibles que todavía no gozan de este estatus.
«Todos estos lugares excepcionales serían buenos candidatos para ser calificados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO», afirmó en un comunicado el principal autor del estudio, Soizic Le Saout.
«Tal reconocimiento podría asegurar una protección más eficaz de la excepcional biodiversidad de estos lugares», añadió.
En total, el estudio valora la riqueza de 78 entornos naturales comprendidos en 137 áreas protegidas de 34 países, y los califica de «excepcionalmente insustituibles», ya que albergan más de 600 aves, anfibios y mamíferos, de los que la mitad están al borde de la extinción.
En él se compara la contribución que cada espacio natural hace a la supervivencia a largo plazo de especies animales de todo el mundo y analiza casos como el de los humedales de la Península de Zapata en Cuba, que tampoco tiene el reconocimiento de patrimonio de la UNESCO.
A diferencia de otros análisis anteriores, que se centraban en aumentar el número de espacios protegidos, este estudio resalta la necesidad de mejorar su gestión, que considera «a veces insuficiente», y propone una guía para llevar a cabo esta mejora.
El estudio pone como ejemplo de esta gestión insuficiente el caso de la Reserva Natural de Paramo Urrao en Colombia, que fue creada en 1975 y que «nunca ha sido objeto de una real gestión de protección medioambiental», señaló Paul Salaman, experto en biodiversidad de Colombia de Rainforest Trust, entidad que también participa en el informe.
«Puesto que a veces el presupuesto para la conservación de estos parajes naturales es limitado, los gobiernos deberían prestar especial atención a la gestión de estos lugares protegidos irremplazables», señaló el presidente de la comisión para la supervivencia de las especies de la UICN, Simon Stuart.
El informe, publicado en la última edición de la revista «Science», analiza la singularidad de las áreas protegidas de una base de datos de 173.000 paisajes terrestres, y examina 21.500 especies de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
El estudio es el resultado del trabajo conjunto entre el Centro de Ecología Funcional y Evolutiva de Francia, la UICN, el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación y BirdLife International. EFE