Elaborar este ladrillo demanda menos energía e implica la reducción de agentes contaminantes.
Construir un ladrillo demanda un proceso que implica el uso de demasiada energía. Con el fin de solucionar ese problema, investigadores del MIT creen haber encontrado la alternativa perfecta para un ladrillo del futuro: más barato, no contamina y es negro.
Si bien los actuales ladrillos están hechos de adobe, necesitan ser ingresados a un horno que alcanza temperaturas de más de 1 000 grados celsius y genera gran contaminación por el uso de combustibles fósiles. Además se hecha a perder un suelo que bien podría ser destinado a fines agrícolas.
El “ladrillo del futuro” está hecho a partir de celulosa proveniente de restos de papel y cartón reciclado, hidróxido de sodio, extracto de lima y una pequeña cantidad de arcilla. BLAC Brick es el nombre que se le ha puesto al ladrillo que, además, no necesita cocción en horno ya que se endurece a temperatura ambiental gracias a un proceso químico que desencadena sus propios componentes.
Si bien BLAC Brick es más ecológico y menos costoso, aún debe pasar las correspondientes pruebas de durabilidad a largo plazo.