La escritora rusa Lena Lenina está bajo el fuego de las asociaciones de protección de animales después de que su gato muriera en una fiesta tras intoxicarse por ser teñido completamente de color rosa.
El animal llevaba desde septiembre así y fue especialmente teñido para una fiesta de “completamente en rosa” a la que los invitados y hasta el gato tenían que acudir “vestidos” de ese color.
Lenina se ha defendido argumentando que su veterinario le recomendó el color.
“El color rosa fue especialmente seleccionado por sus propiedades curativas y para fortalecer el pelaje del gato. Mi veterinario me dijo que, en adición, era benéfico para él”, aseguró.