COMIENZA POR ALGO SENCILLO
Tu habitación no tiene por qué convertirse en el templo de la vulgaridad. Frases tan sencillas como «oh eso es tan excitante» elevarán la temperatura.
CREA UN ALTER EGO
Durante el día eres la niña, pero en a puerta cerrada puedes adoptar cualquier personalidad, tal vez una espía seductora o una atrevida bailarina exótica. Interpretar a un personaje puede ayudarte a experimentar con todo tipo de frases sucias que nunca pensaste que saldrían de tu boca.
DILE LO QUE TE GUSTA
Cualquier hombre serio te dirá que no hay nada más hot que una mujer que sabe lo que quiere en la cama… Excepto una que no tiene miedo en pedirlo. Si no eres buena con las palabras, dile a tu pareja todos los dirty pleasures que te encantaría vivir con él.
MIDE SU INDICADOR DE FRASES SUCIAS
Si no estás segura de si el lenguaje de tu chico en la cama se ajusta a «un poco malo» o «realmente sucio», interrógalo disimuladamente. Pregúntale: «¿Qué te gustaría que te hiciera? Dame detalles». Observa qué palabras usa y qué tan subidas de tono están.
NO TE PREOCUPES POR PARECER TONTA
Cuando te excitas, tu cerebro funciona de manera diferente y las cosas que parecen ridículas en un estado normal, de pronto se vuelven muy excitantes. Y… ¿si dices algo sucio y él actúa raro? Si se comporta como un idiota por lo que dices, entonces, no vale la pena seguir con ese chico. Pero si sólo lo notas un poco desconcertado, únicamente sonríe y dile: «Lo que quise decir fue…», y sigue con otra cosa.