Un gatito parece que invadió el territorio de este perro que trata de espantarlo con ladridos.
El minino no se inmuta y lo observa con atención, hasta que decide mostrar sus cualidades felinas dando un respingo y lanzando un maullido. El perro, que no se esperaba una respuesta de tan indefenso invasor, huye con el rabo entre las piernas.