Investigadores británicos desarrollaron un sistema que podría permitir una conexión a Internet mediante un equipamiento basado en luces intermitentes, con velocidades de hasta 10 Gbits por segundo
Es posible que muy pronto baste con encender la luz para poder conectarnos a Internet, ya que los primeros prototipos de este tipo de conexión conocida como Li-Fi ya empezaron a comercializarse.
Estos sistemas usan una luz normal acoplada a una conexión a internet que permite enviar datos a un receptor instalado en una computadora, lo que según sus desarrolladores resultaría en una conexión mucho más rápida que la que actualmente nos proporciona el Wi-Fi.
Aunque por el momento los prototipos a la venta son demasiado aparatosos, se prevé que pronto reduzcan su tamaño y se conviertan en un serio competidor del Wi-Fi en el mundo de la internet inalámbrica.
La tecnología también es conocida como Comunicaciones de Luz Visible (VLC en sus siglas en inglés) y científicos británicos comprobaron que el sistema es capaz de alcanzar una velocidad de transmisión de datos de 10 Gbites/seg.
Sólo para tener una idea, con una velocidad de esa envergadura se podría descargar una película entera en tan sólo 30 segundos.
Para lograr esto, el dispositivo Li-Fi hace circular los datos a través de unas luces intermitentes que emiten guiños de luz a una gran velocidad, imperceptible para el ojo humano.
Pero esto no significa que usando este tipo de conexión no podamos, si nos apetece, navegar a oscuras, ya que las bombillas Li-Fi pueden transmitir datos incluso a una frecuencia de luz invisible para los humanos.
Uno de los problemas del Wi-Fi es que a medida que aumentan este número de conexiones, la frecuencia de onda que usan se ve cada vez más saturada, pero el Li-Fi resolvería este inconveniente.
«El Wi-Fi ha sido tan exitoso que hemos instalado muchos e interfieren los unos con los otros reduciendo la velocidad de transmisión de datos y con esto tenemos una oportunidad de obtener una capacidad adicional», explicó a la BBC el profesor Harald Haas, jefe de Comunicaciones de la Universidad de Edimburgo y uno de los principales padres de esta tecnología.
Haas destacó que el hecho de que las ondas de luz no puedan atravesar paredes, tal y como pasa con el Wi-Fi, hace también que la conexión sea mucho más segura y difícil de piratear. Además, la tecnología Li-Fi no causa interferencias electromagnéticas, por lo que supone una forma segura de navegar en Internet en lugares como el interior de un avión.
Sin embargo tiene sus desventajas. Sus costos de instalación son todavía elevados y su alcance es limitado. Pero se estima que una vez en marcha su comercialización el costo de conectarse a una red Li-Fi podría ser considerablemente inferior al Wi-Fi.
Los británicos no son los únicos desarrollando esta tecnología. En 2013 científicos chinos presentaron su propio prototipo en la Feria Industrial de Shanghai.
Por el momento, Haas ya está comercializando el suyo a través de la empresa PureLiFi y lo expuso en el reciente Congreso Mundial de Móviles de Barcelona.