Para sorpresa de sus cuidadores, la paloma adoptó unos conejitos de solamente seis días de nacidos, que quedaron huérfanos tras ser atacados por un perro cuando estaban con su madre.
De los cinco conejos que eran, solo sobrevivieron tres que estaban en muy mal estado. Fue entonces cuando Noah comenzó a mostrar signos de «preocupación» hacia los pequeños.
Según los cuidadores, la paloma iba constantemente a la jaula donde estaban los conejitos y se quedaba quieta, cuidándolos, incluso dormía delante de la jaula.
Uno de los conejos logró escapar de la jaula y se quedó con la paloma, quien mostraba una actitud «maternal», poniéndolo bajo sus alas.
Tras aquel episodio, la paloma ha tratado de proteger y relacionarse con otros huérfanosacogidos en el centro de recuperación de animales silvestres Wild Rose Rescue Ranch, llegando a cobijar entre sus alas a pequeñas ardillas, e incluso un bebé ciervo.