Ambos padres internados en un centro de reclusión local contaron el hecho durante una entrevista a la cadena de noticias Guangdong TV.
Según el relato de la mujer, identificada sólo como A Mei, tras saber que su pareja, A Hui, no la apoyaría económicamente tras quedar embarazada, aceptó la idea de vender a su hijo recién nacido a un grupo de traficantes de la provincia de Fujian.
Cabe destacar que las bandas de tráfico de niños son un gran problema en China, quienes se encargan de adquirir niños de padres pobres o que no los desean, para luego venderlos a otros padres, a orfanatos en otros países, o incluso para entregarlos a pandillas callejeras o a mendigos que los usan para pedir limosnas.
Agravando aún más la situación, A Mei volvió a quedar embarazada. Debido a que A Hui se había vuelto adicto a los juegos en línea, donde gastaba la mayor parte de sus recursos, decidieron vender también al niño.
“A A Hui le gusta comprar juegos en línea y suele quedarse toda la noche en los cibercafés”, relató A Mei según recoge el portal de videojuegos Games in Asia.
Esta vez sin embargo, el padre de A Hui se enteró de la situación y denunció a ambos padres ante la justicia, quienes procedieron a su arresto.
Ahora ambos esperan ser procesados por tráfico de niños, un delito gravísimo en China que puede pagarse con extensas condenas en prisión o incluso con la pena de muerte.