Zilong Li y Cosimo Bambi, de la Universidad Fudan en Shangai, China, afirman haber detectado en el centro de la Vía Láctea un tipo de energía que se puede hallar cerca de los agujeros de gusano, según su estudio.
Los agujeros de gusano —hipotéticos túneles que crean atajos a través del espacio y el tiempo, permitiendo un desplazamiento a mayor velocidad que la luz— fueron sugeridos por primera vez por Albert Einstein, que junto con Nathan Rosen da a ellos el nombre alternativo de ‘puentes de Einstein-Rosen’.
Actualmente, el mundo científico está considerando que en el centro de nuestra galaxia —al igual que en otras— se localiza un agujero negro supermasivo: Sagittarius A. No obstante, los investigadores chinos aseveran que este evento cósmico está relacionado con la Teoría General de la Relatividad de Einstein y está copiando las cualidades del agujero negro, pero posee todas las características de los agujeros de gusano, lo que significa que podrían conectar las diversas regiones del universo.
Con ello, la creación de estos túneles espacio-temporales se produjo en el marco del Big Bang, indican los investigadores, quienes esperan confirmar su teoría en un futuro próximo, cuando conecten al telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile el dispositivo Gravity, que permitirá observar el centro de la Vía Láctea con una alta resolución sin precedentes.
Así, los científicos tendrán la oportunidad de analizar la emisión de plasma que se puede detectar alrededor del objeto en el interior de Sagittarius A. Según las estimaciones de los investigadores, estas emisiones se diferencian mucho si se trata de un agujero negro o un agujero de gusano y su teoría puede ser confirmada.