En los años 80 el físico ruso Andrei Linde modificó uno de los modelos teóricos sobre el Big Bang, pero nunca pudo comprobar su hipótesis. Luego de 30 años, un grupo de investigadores del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica comprobó que la teoría era acertada y decidió darle la buena noticia a su creador.
Linde, ahora profesor de física en Stanford, no pudo ocultar su entusiasmo por la noticia cuando un colega de la misma universidad fue hasta su hogar para darle la buena nueva.
“Estos resultados son una prueba irrefutable de la inflación, porque las teorías alternativas no predicen una señal de este tipo. Esto es algo que he estado esperando ver durante 30 años”, señaló visiblemente emocionado.
No es para menos, el hallazgo de los “primeros temblores del Big Bang” es considerado el “santo grial” de la Cosmología y bien podría valerle un premio Nobel.