Un 12 de Febrero, en 1984, falleció Julio Cortázar, el prolífico escritor argentino que inmortalizó su literatura con «Rayuela», una de las primeras obras surrealistas que marcó el antes y el después del mundo literario de América Latina.
Con esta obra, el reconocido escritor argentino crea un nuevo lenguaje, el glíglico, un lenguaje musical que se interpreta como un juego exclusivo usado por los enamorados, aislándolos del mundo.
«Rayuela» ha sido publicada en 30 idiomas y ofrece diferentes lecturas, definiéndose así como «un libro que es muchos libros».
En esta galería, para recordar a Cortázar, te dejamos diez de las frases más impactanes de «Rayuela». No son las únicas, por eso comparte con nosotros tus frases favoritas.
«Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.»
«A mi me parece que los peces ya no quieren salir de la pecera, casi nunca tocan el vidrio con la nariz.»
«Probablemente de todos nuestro sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose.»
«La explicación es un error bien vestido.»
«El hombre es el animal que pregunta. El día en que verdaderamente sepamos preguntar, habrá diálogo. Por ahora las preguntas nos alejan vertiginosamente de las respuestas.»
«Solo en sueños, en la poesía, en el juego —encender una vela, andar con ella por el corredor— nos asomamos a veces a lo que fuimos antes de ser esto que vaya a saber si somos.»
«Cada vez sospecho más que estar de acuerdo es la peor de las ilusiones.»
«La melancolía de una vida demasiado corta para tantas bibliotecas. Cuando creés que has aprehendido plenamente cualquier cosa, la cosa lo mismo que un iceberg tiene un pedacito por fuera y te lo muestra, y el resto enorme está más allá de tu límite.»
«Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.»
«No me parece que la luciérnaga extraiga mayor suficiencia del hecho incontrovertible de que es una de las maravillas más fenomenales de este circo, y sin embargo basta suponerle una conciencia para comprender que cada vez que se le encandila la barriguita el bicho de luz debe sentir como una cosquilla de privilegio.»
«Todo dura siempre un poco más de lo que debería.»