Al menos cuatro personas han muerto y once pescadores están desaparecidas tras el paso del tifón «Utor» por el norte de Filipinas con vientos de 150 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 185 kilómetros por hora, informaron hoy las autoridades locales.
El Consejo Nacional de Prevención y Reducción de Desastres también elevó en su último boletín el número de afectados a 153.893 personas.
Un total de 36.433 filipinos se encuentran atendidos en 87 centros de acogida.
La cuantía provisional de los daños a la red de infraestructuras y a la agricultura asciende a 69,3 millones de pesos (1,6 millones de dólares).
Un total de 245 viviendas fueron destruidas completamente y otras 1.854 resultaron con daños de distinta consideración.
Cortes de luz, clases suspendidas, carreteras cortadas, árboles caídos y áreas inundadas son algunos de los efectos causados por «Utor» tras entrar en el país la madrugada del lunes acompañado de copiosas precipitaciones.
«Utor», el tifón más fuerte que se presenta en Filipinas este año, abandonó en la víspera el territorio filipino y se encuentra en el mar de China Meridional camino de territorio chino.
Entre 15 y 20 tifones azotan Filipinas todos los años durante la estación de las lluvias, que comienza sobre mayo o junio y acaba en noviembre, o se prolonga hasta diciembre, como ocurrió en 2012 con «Bopha», que causó más de 1.000 muertos, 850 desaparecidos y 6 millones de afectados.
La deforestación, la proliferación de yacimientos mineros ilegales, la escasez de infraestructuras y el chabolismo incrementan los efectos devastadores de los tifones y las inundaciones que afectan al archipiélago durante la época del monzón.