El estudio, encabezado por John Loehr y Robert O’Hara, fue publicado en la revista Biology Letters. La investigación se basó en el análisis de casi mil fotografías de soldados que participaron en la II Guerra Mundial.
Además, recopilaron datos personales de los combatientes, como su estado civil, el número de hijos que habían tenido y el nivel al que habían ascendido en el cuerpo militar, entre otros.
Tras el análisis, los científicos notaron que los rasgos de la cara servían para predecir el número de hijos. Descubrieron que los soldados con un rostro más ancho tendían a tener mayor descendencia y, también, más “suerte” a la hora de encontrar pareja. Por su parte, los hombres que cara más estrecha tuvieron menos cantidad de niños.
Además del éxito reproductivo y el atractivo sexual, la forma de la cara masculina puede predecir el estatus social, los niveles de testosterona, la fuerza y la habilidad para el combate. Los investigadores notaron, por ejemplo, que los hombres que presentaban rostros más anchos tendían a ocupar escalas más bajas en el cuerpo militar.
“La morfología facial se correlaciona con varios atributos físicos y de comportamiento”, concluyeron Loehr y O’Hara.