Ese derechazo de Héctor Canteros, a sólo una decena de minutos del final, fue un tiro para el lado de la justicia. Porque Vélez siempre buscó más que Universitario, como si se hubieran invertido los roles. Lo hizo Tito, el mejor jugador de la noche en Lima, tras un buen pase de Emiliano Papa. Y salvó el honor argentino en la Copa Libertadores, porque unas horas antes habían perdido San Lorenzo y Arsenal.
Le costó afirmarse en el terreno rival a Vélez. Y hasta la primera media hora del partido, el desarrollo resultó aburrido. Entonces, el equipo del Turu buscaba con el buen manejo de Canteros, pero no tenía profundidad. Merodeaba en tres cuartos de cancha, pero no lastimaba. A Universitario, en tanto, no se le caía una idea. A pesar de su condición de local, no aprovechaba las bandas y centralizaba el juego. Y cuando intentaba desprenderse por los costados, Vélez cerraba en sus dos líneas de cuatro.
Hasta que se soltó Mauro Zárate, picante cada vez que encaraba. De su pie izquierdo se produjo la primera jugada de riesgo en el área peruana. Un zapatazo desde lejos encontró bien parado a José Carvallo. Esa situación fue todo un testimonio de lo que sucedería más tarde. Porque a partir de ese momento, Vélez atacó con mayor fluidez y el arquero respondió cada vez que lo inquietaron. Al ratito, nomás, Canteros metió un pase que Lucas Pratto no llegó a conectar porque el número de Universitario cruzó como el mejor zaguero, arrojándose a los pies del centrodelantero platense. Y tuvo otras dos Vélez, pero Carvallo se lució ante Canteros y Zárate.
Vélez advirtió que Universitario no representaba demasiados conflictos. Y aceleró la búsqueda en el segundo tiempo, proyectándose por la derecha, con Agustín Allione como una buena alternativa. Y cuando la pelota no llegaba limpia por afuera, buscaba con algún pase frontal para aprovechar la presencia de Pratto. Sin embargo, se repitió en los centros cruzados, que hicieron muy sencilla la tarea del Carvallo. Tuvieron una clara los peruanos. Tras un desborde de Ruidíaz, García Uribe anticipo a Sosa, que se recuperó en la línea de su meta. El partido se encaminaba al 0 a 0. Pero apareció Canteros. Y celebró todo Liniers