Demacrado, con melena y barba largas, el náufrago, que inicialmente se identificó como José Iván, fue rescatado en el apartado atolón coralino de Ebon por una lancha patrullera de la Armada local.
Según Albarengo, originario de El Salvador, fue capaz de sobrevivir tantos meses bebiendo sangre de tortuga cuando le faltaba agua de lluvia y comiendo aves y peces que cazaba con las manos.
Las autoridades de las Islas Marshall por su parte informaron de que «el náufrago iba vestido únicamente con unos calzoncillos harapientos» y de que «su embarcación tenía el aspecto de haber estado en el agua mucho tiempo».
Albarengo relató que a finales de 2012 partió de México rumbo a El Salvador en una pequeña embarcación, pero su barco sufrió una avería y los fuertes vientos lo desviaron y se perdieron. Agregó también que viajaba junto a un compañero, que supuestamente murió hace unos meses en alta mar.