Esta decisión, explicó Azarov, tiene como fin «crear una posibilidad adicional para alcanzar un acuerdo político para resolver el conflicto de una manera pacífica», en referencia a la crisis que atraviesa el país.
Su renuncia se produce en momentos en que el Parlamento de Ucrania debate si deroga o no las controvertidas nuevas leyes que regulan las protestas y que han generado una ola de manifestaciones violentas desde que fueran aprobadas a principios de este mes.
Las protestas se han apoderado de Ucrania desde noviembre de 2013, cuando el gobierno rechazó un acuerdo de largo alcance con la Unión Europea (UE) en favor de fortalecer los vínculos con Rusia.
Pero las manifestaciones se tornaron violentas el 19 de enero, luego de que el gobierno endureciera la legislación sobre el derecho a manifestarse para tratar de poner fin a las protestas masivas. Las primeras víctimas mortales se registraron la semana pasada en la capital, Kiev. Y los desmanes se propagaron por el resto del país.
Líderes de la oposición han estado negociando con el presidente, Viktor Yanukovich, quien llegó a ofrecerles que se integraran al gobierno.
El lunes, Yanukovich acordó derogar la polémica norma, pero la decisión debe ser sometida a un voto parlamentario este martes.
¿Cuán grave es la situación?
Dos personas fueron abatidas a tiros en el principal núcleo de la manifestación, la plaza de la Independencia de Kiev el 22 de enero, después de tres noches de disturbios.
Otro cuerpo sin fue encontrado con señales de tortura en un bosque cerca de la capital. El 25 de enero, un cuarto manifestante fue reportado muerto, según se dijo, a causa de las heridas sufridas en la violencia antes.
Las escenas del 19 de enero mostraron los momentos más violentos de casi dos meses de protesta, con los manifestantes incendiando varios autobuses de la policía y otros , mientras los agentes usaban gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua.
Cientos de manifestantes y cerca de 170 agentes de policía habían resultado heridos desde el 26 de enero.
Las protestas se han extendido a varias ciudades de Ucrania, sobre en el oeste del país, más europeísta que el este, que es más prorruso.
¿Qué motivó las protestas?
El malestar de los manifestantes sin duda se vio azuzado por las nuevas leyes que prevén penas de cárcel para cualquier persona que bloquee edificios públicos y prohíbe el uso de máscaras o cascos en las manifestaciones.
Pero para ubicar el detonante de las protestas hay que retrotraerse unos meses, a la decisión del presidente Viktor Yanukovich de no firmar un importante acuerdo de asociación con la Unión Europea pese a años de negociaciones encaminadas a la integración de Ucrania con el bloque de 28 naciones.
Miles de ucranianos proeuropeístas salieorn a las calles de la capital para exigir al presidente Yanukovich que cancele su giro de 180 grados y siga adelante con el acuerdo con la UE. Ante su negativa, las protestas continuaron.
Cuando el pasado 30 de noviembre entró en acción la policía antidisturbios, las imágenes de los agentes disolviendo a los estudiantes y los heridos que dejaron sólo alimentaron la ira contra el presidente. Entonces se disparó el número de personas en la Plaza de la Independencia.
Las autoridades trataron de calmar la indignación a través de medidas tales como la suspensión del alcalde de Kiev o la liberación de los detenidos.
El 17 de diciembre, se anunció un importante acuerdo e n virtud del cual Rusia podría comprar bonos del gobierno de Ucrania por valor de US$15.000 millones y se recortaba el precio del gas ruso vendido a Ucrania.
El acuerdo parecía haber acabado con el aliento de los movimientos de protesta hasta que la periodista proopositora Tatiana Chornovol fue golpeada por desconocidos el 25 de diciembre. Eso revivió la protesta.
Las nuevas leyes para endurecer las condiciones en que se ejerce el derecho a la manifestación fueron aprobadas el 16 de enero y entraron en vigor el 22. Sin embargo, la presión de la calle llevó al presidente a comprometerse a enmendarlas.
¿Quiénes son los manifestantes?
Los manifestantes son principalmente de la zona de Kiev y el oeste de Ucrania, donde hay una mayor afinidad con la UE. Por el contrario, en el este y el sur, de habla rusa, la afinidad es mayor con Moscú.
Vitali Klitschko, el ex campeón de boxeo de peso pesado del mundo y líder del movimiento Udar (Puños), ha sido uno de los más promientes manifestantes.
Klitschko se ha expresado insistentemente a favor de la UE y planea postularse a la presidencia en unos comicios que aunque previstos para 2015 la oposición exigen que se adelanten a este año.
Otro de los más destacados participantes ha sido Arseniy Yatsenyuk, líder parlamentario del segundo partido más grande del país, Patria, y aliado de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, ahora en prisión.
La liberación de Timoshenko fue una de las condiciones impuestas por la UE para firmar el acuerdo de asociación con Ucrania.
También están involucrados grupos de extrema derecha como Bratstvo (Hermandad) o Svoboda (Libertad), cuyo líder es Oleh Tyahnybov.
¿Cómo ha reaccionado Occidente?
La embajada de EE.UU. en Kiev revocó las visas de «varios ucranianos que estaban vinculados a la violencia» después de las muertes, el 22 de enero.
Líderes de la UE expresaron su conmoción por las muertes y pidieron a todas las partes poner fin a la violencia. El presidente de la Comisión de la UE, José Manuel Durao Barroso, advirtió que la relación de la UE con Ucrania podría tener que ser revisado.
La posición oficial de la UE sobre el acuerdo abandonado en noviembre es que la puerta sigue abierta para Ucrania a firmar, pero se ha puesto toda nueva negociación en espera hasta que haya un compromiso claro para hacerlo.
Tanto la UE como EE.UU. han condenado las nuevas y duras leyes contra la protesta, diciendo que son incompatibles con las aspiraciones democráticas ucranianos.
¿Está Rusia moviendo los hilos en Kiev?
Muchos observadores ven el acuerdo alcanzado entre Rusia y Ucrania en diciembre como el juego del palo y la zanahoria.
En 2004, la Revolución Naranja consiguió que se repitieran las elecciones que había ganado Yanukóvich por considerarlas fraudulentas. Rusia lo respaldó entonces y lo apoya ahora.
Durante siglos Ucrania fue un país controlado por Moscú y muchos rusos ven a Ucrania como vital para los intereses de su país.
Después de los disturbios que estallaron el 19 de enero, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, declaró que las protestas estaban «fuera de control»y acusó a los políticos europeos de provocar el problema.
¿Qué le espera a Ucrania?
Yanukóvich, que fue elegido democráticamente en 2010, cuenta con una gran base de apoyo en el este y sur de Ucrania, hasta el punto que sus partidarios también se han manifestado en la calle.
El 25 de enero, el presidente ofreció a la oposición varios altos cargos, incluido el de primer ministro, pero el acuerdo fue rechazado. La oposición dijo que si bien las conversaciones continuarían, demandas clave, incluyendo nuevas elecciones, se deben cumplir antes de que las protestas cesen.