El estudiante Daniel Martins, de 16 años, quien vive en Goiania, zona central de Brasil, estaba usando el computador en su cuarto cuando una cobra entró. En ese momento Toquinho, un can mestizo color caramelo, se puso en acción.
“Cuando la cobra me fue a morder, el perro entró y se colocó al frente, recibiendo él la mordida”, cuenta Daniel al portal de noticias G1. Tras el hecho, el can aún siguió ladrando, pero luego empezó a quejarse. Un familiar mató a la serpiente y luego llevaron a Toquinho al veterinario.
Para el tratamiento recibieron el apoyo financiero de personas en todo el país, que se sensibilizaron con el caso. La familia no contaba con recursos suficientes.
El perro estuvo mal por algunos días pero logró recuperarse. “Aún presenta una leve infección renal (producto del veneno), pero ya se alimenta sólo y puede ser tratado en casa”, contó el veterinario Ronaldo Medeiros de Azevedo.
El dueño, por su parte, está feliz. “Él salvó mi vida”, aseguró.