No masticar lo suficiente. Entre más tiempo permanece la comida en tu boca, más posibilidades tiene la lengua de enviar mensajes al cerebro para liberar los jugos gástricos necesarios. “La masticación y digestión de alimentos sólidos te llena”, asegura la nutricionista Helen Bond.
Comer en el trabajo. Una investigación demostró que se suele consumir un 30 por ciento más de calorías en compañía, que cuando estás sola y que las mujeres en el trabajo son más propensas a ser influenciadas por los patrones de la alimentación de los compañeros.
Leer libros de recetas y revistas. La profesora Kathleen Page, psicóloga de la Universidad del Sur de California, descubrió que mirar fotos de alimentos altos en grasas estimula el centro cerebral de control del apetito, lo que aumenta el deseo de comida dulce y salada.
Comer en un plato del mismo color que los alimentos. Un estudio de la Journal of Consumer Research encontró que la comida que sea del mismo color del plato provoca que la gente coma más. Cuando la misma cantidad de comida se sirve en un plato que contrasta con la comida, la porción parece más grande y es psicológicamente más satisfactorio.
Hacer dieta tú sola. Un estudio publicado en la revista Obesity encontró que tener un compañero o hasta una competencia con otros para bajar de peso resulta muy útil. “Sabemos que la obesidad puede ser socialmente contagiosa, pero ahora sabemos que las redes sociales juegan un papel importante en la pérdida de peso”, dijo la también autora Tricia Leahey, del Miriam Hospital en los EE.UU.
Evitar el espejo. Comer cerca de un espejo puede tener un poderoso efecto sobre la cantidad de calorías que consumes. El psicólogo Dearbhla McCullough, de la Universidad de Roehampton, asegura que “la teoría es tener que mirarte a los ojos mientras comes para recordar por qué estás tratando de perder peso”.
Estar estresada. El estrés estimula el cuerpo para agregar peso en tu cuerpo. Esto es debido a que provoca la liberación de una hormona llamada cortisol. Con el tiempo, los niveles de cortisol causan la acumulación de grasa en el vientre.
Estás divorciada recientemente o recién casada. Divorciarte y casarse son dos tipos de “transición civil” que actúan como ‘crisis del peso, haciendo que se acumulen kilos de más. El profesor Dmitry Tumin, de la Universidad de Ohio, encontró que el aumento de peso se debe a comer por el estrés y/o la ansiedad.
Escuchar música mientras comes. Investigadores de la Universidad Estatal de Georgia demostraron que escuchar música a la hora de la comida podría hacer que comas más. Si te gusta comer al ritmo de la música hazlo con melodías lentas, de otra forma ingerirás muchas calorías.