Al frente de ellos hay una mesa, y encima de esta un balde lleno de bolas de algodón y una jarra con jugo de manzana. Uno de ellos habla a la cámara: «Tenemos acá un delicioso y nutritivo algodón, y jugo de manzana para remojarlo. ¡Vamos!». De inmediato su compañero, mientras come el algodón embebido en el jugo, agrega: «Dicen que estamos equivocados, pero a mí me gusta comer estas bolas de algodón».
Este video, que se convirtió en ‘viral’ al poco tiempo de su publicación, muestra cómo los jóvenes de hoy en día se las ingenian para crear nuevas formas de perder peso evitando comer proteínas. La llamada ‘dieta del algodón’ califica entre lo que los especialistas llaman «dietas extremas», cuya particularidad radica en que sus usuarios evitan consumir alimentos valiéndose de diferentes métodos nada saludables para su organismo.
Según Patricia Albornoz, jefa del Programa de Trastornos de Alimentación del Instituto Nacional de Salud Mental «Honorio Delgado-Hideyo Noguchi», quienes practican este tipo de dietas son personas que por lo general pasan por un mal momento en sus vidas. «Se ven todo tipo de casos. Recuerdo el de una chica bulímica que llevada por la ansiedad llegó a comer comida para perros», revela con indignación la especialista. Del mismo modo, afirma que para las personas que padecen este y otro tipo de desórdenes alimenticios -muchos de ellos iniciados por las ‘dietas extremas’- pesar 40 kilos sería la solución a todos sus problemas, desde los estudios hasta su relación familiar, ya que le dan prioridad al aspecto físico.
La especialista indica, asimismo, que las cifras de pacientes con desórdenes alimenticios han aumentado de manera alarmante en los últimos tres años. Así, de registrar solo 58 casos anuales entre el 95 y 2010, en 2011 la cifra de atenciones entre niños, adolescentes y adultos se cuadriplicó a 248. Mientras que en 2013, según el último informe del instituto mental, se atendieron 578 casos. Más del doble que hace solo dos años.