Charlie mordió mi dedo, vídeo protagonizado por un niño que le pide a su hermano menor que le muerda el dedo y, finalmente, se les va de las manos, se convirtió en su día en en un fenómeno en YouTube con más de 500 millones de visitas.
Tal fue el éxito del vídeo, que sus padres decidieron sacarle rendimiento, logrando embolsarse la friolera de más de 190.000 dólares.