Evidentemente, se trata de una medida automática de Facebook puesto que nuestra página siempre buscó evitar el lenguaje de odio. Nosotros luchamos contra toda forma de racismo, sea hacia andinos, blancos, afroperuanos, orientales, judíos, gitanos, amazónicos o mestizos. En varios casos, hemos tenido que borrar comentarios ofensivos de personas que creían que los insultos racistas eran una forma de luchar contra el racismo. No faltó quien pretendía hacer una campaña contra la Ministra de Cultura, basándose en su color de piel o quien insistía en un lenguaje xenofóbico contra chilenos o españoles.
Es más, hemos evitado sumarnos a todos los “linchamientos antirracistas” de los últimos meses, en los cuales una persona es tildada por los medios de racista y se desarrollan luego todo tipo de insultos. Para nuestro colectivo, el racismo está presente en todos los peruanos, desde quienes son conscientes de ello, hasta quienes creen no serlo (esos que dicen «yo no soy racista, pero…»
Por eso, hemos siempre tenido cautela antes de realizar denuncias públicas, porque sabemos que el tema del racismo mueve muchas emociones.
En un día común, digamos, ayer, comenzamos el día difundiendo la revaloración del quechua en la provincia de Caylloma por parte de la Autoridad Autónoma del Colca; comentamos la polémica existente en el Brasil por los flashmobs que muchos afrodescendientes están realizando en los centros comerciales; difundimos un estudio sobre las malas condiciones en que estudian los escolares indígenas en el Perú y finalmente recomendamos la película El Mayordomo de la Casa Blanca.
Sin embargo, en los últimos días recibimos varios mensajes de personas que nos insultaban por denunciar la discriminación en Naplo, Playa Hermosa, Huanchaco y otros lugares. Son personas que emplean ahora un discurso “higiénico” o “ecológico”: declaran que no son racistas, pero que deben separarse de las personas sucias (“cochinos” es el término más frecuente). En nuestras fotos hemos mostrado cómo se impide el acceso inclusive a quienes no llevan ningún tipo de comida: bañistas que están en el mar, porque aún dentro del agua se han establecido barreras.
Esas personas sienten que una página como la nuestra, así como los informes periodísticos que han denunciado el apartheid playero, pueden poner en peligro un estado de cosas donde, como declaró un individuo trujillano “todos tienen que saber cuál es su lugar”. En los últimos días, mientras recibíamos esos mensajes ofensivos, llegaron más de 400 adhesiones a la página.
Esta mañana apelamos ante la absurda decisión de Facebook de cancelar una página que busca promover una sociedad más justa e integrada sin mínimamente revisar su contenido. Facebook no tiene ni siquiera un formulario para emitir un descargo y sólo nos queda esperar su veredicto, que no sabemos quién dará, ni desde dónde, pero parece ser inapelable.
Hoy, 15 de enero del 2014 se cumple un aniversario más del nacimiento de Martin Luther King. Una pena que en una fecha así, una página contra el racismo sea censurada.
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